Julen Lopetegui

Julen Lopetegui, en la cuerda floja

La paciencia se agota en Chamartín con Julen Lopetegui. Y es que la cosa pintaba en bastos desde el primer momento. Toda una tragedia griega, vamos.

La paciencia se agota en Chamartín con Julen Lopetegui

La cosa pintaba en bastos desde el primer momento. Tragedia griega, para quien lo prefiera tildar así. Ya habíamos comentado anteriormente la cocción del fichaje de Julen Lopetegui por el Real Madrid; y lo que parecía un amor incondicional patrio -a la par que de talante continuista- se ha tornado en desencuentro.

Y es que a comienzos de semana, la zona noble de Chamartín se vio copada por un gabinete de emergencia, de esos que eran fruto de una hilarante eliminación copera en tiempos no tan lejanos.

La falta acuciante de gol, los caprichos de las estrellas y los rumores sobre ciertos jugadores descentrados, y hasta ligeramente enamorados de la noche de Madrid, se han disparado por todos los mentideros de la capital.

Tanto es así, que la consabida amistad entre Mourinho y Florentino, que no regresó hace unos años al Bernabéu por el canto de un duro, y el mal momento del Manchester United auparon en las quinielas al técnico luso. La salida de CR7 ayudó a ello.

Ultimátum a Julen Lopetegui

A Ronaldo se le extraña según los madridistas canten goles. Si bien, fue ingenuo pensar que Benzema y Bale cubrirían el hambre del ahora jugador de la Juve. El francés por altivo, y el galés por frecuentar la enfermería.

Hay que decir que se esperaban menos goles, pero en ambas porterías. Números que, sumados a un fútil juego de aburrimiento, que languidece sin Isco, y a los comportamientos de niños malcriados de ciertas figuras en el vestuario han devenido en la situación actual.

Aunque claro, también hay que sumar una inexistente jerarquía en el vestuario que Julen Lopetegui se encargó de aniquilar con las apariciones de Vinicius.

Florentino, que de crisis sabe un rato, se acuerda de cómo acabó la última y de su origen. Por ello han marcado una fecha en rojo: el Clásico. No nos engañemos, el Madrid está vivo en todas las competiciones; pero la derrota ante el CSKA se podía haber considerado un mero accidente de haberla compensado con una abultada victoria ante el Alavés.

Como nada de eso llegó, y aprovechando el parón de selecciones, desde los despachos blancos le han dado una última oportunidad para revertir la situación. No es mucho, es cierto, pero el Real Madrid viaja siempre a una velocidad de AVE, y el que se relaja, se apea.

El plan blanco

En cuanto a alternativas para el banquillo, lo ideal es continuar con la apuesta. Tras el follón que se armó con el fichaje de Julen Lopetegui, destituirlo a la primera de cambio puede convertir la decisión en el hazmerreír nacional.

Ademas, y por curioso que parezca, el vasco tiene el apoyo de pesos pesados del vestuario. De hecho, el club sigue trabajando con esa premisa en mente.

En caso de precisar un sustituto, que mucho tiene que cambiar el panorama para que Zidane quiera meterse en el berenjenal que hay ahora, se prefiere apostar por la línea que legó el mejor Real Madrid de la historia moderna con las tres últimas Champions de forma consecutiva.

Los nombres no son firmes, solo ideas a largo plazo. Los mejor colocados, un italiano y dos exjugadores blancos: un rubio mediático -que no es Beckham- un moreno -que aún ostenta el récord en Europa de haber marcado a más rivales.

Raúl tiene aún varios hándicaps (título y experiencia), y el verlo de forma asidua en el palco los últimos partidos ha disparado su nombre en los corrillos. Si bien, su función era otra.

En cuanto al italiano, Conte, muy del agrado de Florentino, ya estuvo a punto de recalar en el vestuario blanco hace unos meses. ¡Ojo! Que hayan salido a la palestra no significa que exista algún acuerdo. De haberlo, nos volverán a sorprender, y no lo digo por Solari.

Como desde Chamartín se es consciente de la ausencia de un goleador, la maquinaria se ha puesto en marcha. Y no, Mariano y Vinicius no son, al menos por ahora, ese crack que apasiona al Bernabéu.

REFUERZO INVERNAL

Aquí es donde entra en juego las sensaciones encontradas. Florentino quiere a Neymar desde hace tiempo y su filón mediático le encandila. Mbappé, por juventud y proyección, es del gusto de otros inquilinos de la zona noble.
Hazard está, por su actuación en el mundial y su desempeño en la Premiere, bien considerado en los despachos. También el que se ha puesto más a tiro.

Tanto sus declaraciones a destiempo como la ‘libertad’ del mercado invernal son una mezcla perfecta. Germen del primer paso que todas las contrataciones de cracks internacionales han tenido común en la era Florentino.

Ahora, traer a un jugador «barato» por Navidad no es nada sencillo. Declararse en huelga para forzar una salida puede ser una contra peor de lo esperado en su rendimiento futbolístico próximo; suponiendo que el Real Madrid siga vivo en todas las competiciones.

De momento, el engranaje blanco se ha encendido. Si todo marcha como se espera en Chamartín, Julen Lopetegui comerá el turrón en Madrid. Y, además, recibirá un caro regalo de reyes que más le vale aprovechar bien.

Juan Pedro de Frutos
Periodista digital en Madrid

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